Todos salimos ganando con la aplicación de criterios de bioconstrucción a los edificios plurifamiliares; tanto las personas que los habitan, como el entorno que los rodea.Por Enric Aulí y Jordi Fernández.
Hasta la fecha, la bioconstrucción se ha centrado de manera casi exclusiva en edificios unifamiliares, de ahí que la mayoría de la población no pueda disfrutar todavía de las ventajas que para la salud conlleva vivir en un edificio bioconstruido. Y lo mismo le ocurre a nuestro medio ambiente, ya que las emisiones contaminantes de una casa convencional son muy superiores a las de una de bioconstrucción.
En este tipo de viviendas el objetivo es favorecer un desarrollo que sea generador y regulador de los recursos empleados para conseguir un hábitat saludable. Un buen ejemplo es el edificio construido por el arquitecto Llorenç Brunet en colaboración con Llorenç Sureda en Manacor (Mallorca).Consta de un local comercial de planta baja más cuatro plantas superiores para vecinos.
Un aspecto constructivo importante en pro del aislamiento térmico lo encontramos en la construcción de muros con termoarcilla de 29 centímetros, lo que, además, aligera de peso de la estructura. En las fachadas norte y sur, el aislamiento está reforzado con una capa de ocho centímetros de fibra de madera certificada FSC (sostenible) y de seis en las fachadas este y oeste. Los aislamientos interiores son de celulosa reciclada y corcho natural.
Los revestimientos exteriores se han ejecutado en seco con muro cortina con cámara ventilada. El aire calentado por el sol circula en sentido ascendente, evitando así el sobrecalentamiento, al tiempo que elimina las humedades interiores.
El sistema de ventilación es cruzado dentro de falsos techos norte-sur, mientras que la climatización, de tipo radiante de frío y calor, se consigue haciendo pasar agua a temperatura ambiente por un sistema de tubos instalados en el techo de cada vivienda.
En cuanto a energías renovables, se han utilizado placas térmicas para ACS, placas fotovoltaicas y bomba de calor geotérmica y, por otra parte, la obra está exenta por completo de PVC. En estos momentos, se encuentra prácticamente finalizada, dado que sólo queda pendiente el montaje del sistema de captación fotovoltaico.
Las ventajas para los vecinos del inmueble son muchas: una buena ventilación natural con renovación de aire, ausencia de humedades gracias al empleo de elementos transpirables y de una fachada ventilada, ausencia de productos químicos orgánicos volátiles, disminución de la contaminación interior procedente de combustiones y un enorme ahorro en el consumo de combustible y de agua. Pero, además de las personas que habitan el edificio, también sale beneficiada la salud global del entorno, pues frente a los 26.298 kg de CO2 que emite una casa convencional, la emisión anual de esta clase de viviendas es de 195 kg.
fuente
http://www.larevistaintegral.com/497/vivienda-saludable-para-todos.html
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